Sofia Mercado Gómez

 

La aventura en Londres

 

Me encontraba pasando el último día de verano en el parque con mi prima contándole de manera emocionada mis maravillosas vacaciones en Londres la ciudad de mis sueños desde pequeña y gracias a que mi hermano se iba a estudiar allá decidimos pasar todo el verano conociendo la ciudad. 

 - cuéntame como te fue en las vacaciones- me pregunta ella emocionada por saber.

- Londres es demasiado hermoso, el primer día dimos un tour por el hotel y disfrutamos del buffet, los siguientes días fueron demasiado divertidos, un día mi papa decidió visitar junto con mama la galería nacional de Londres, mi hermano aburrido igual que yo, ya que queríamos ir al London eye le dijimos que podían ir ellos y que nosotros nos quedábamos en el hotel, a regañadientes aceptaron, pero con la condición de que no podíamos salir del hotel....

- y que más paso? - pregunta ella con emoción.

- después de que se fueron a mi hermano se le ocurrió la peor idea del mundo !!ESCAPARNOS!! te imaginas, yo por obvias razones dije un rotundo no ya que le habíamos prometido a nuestros padres que nos quedaríamos en el hotel, además nos encontrábamos en una ciudad nueva donde no conocíamos a nadie, después de el pasar unos minutos insistiendo acepte, pero con la condición de que después de dos horas ya teníamos que estar en el hotel, ya que nuestros padres venían más tardar a la medianoche. después de alistarnos salimos y pedimos un taxi, yo por andar preocupada que nos descubrieran no me había tomado el tiempo de preguntarle a donde íbamos, por obvias razones le pregunto, pero mi sorpresa fue mayor al saber que íbamos al London eye. apenas el taxi nos dejó ingresamos, dándome cuenta de que estaba en uno de mis lugares más soñados dejándome llevar por la emoción, nos divertimos tanto que no tomamos en cuenta la hora, cuando vamos en el taxi de vuelta se me da por ver el celular dándome cuenta que tenía más de 30 llamada perdidas de mis padres a mí por poco y me da algo en ese momento, así fue como pasamos el final del verano en el hotel castigados por nuestra aventura que valdría la pena repetir.

- wau, eso fue alucinante, el próximo verano te voy a acompañar y nos escapamos.

- si claro- digo con claro sarcasmo.

y así pasamos el último día de verano.